Niños desobedientes, estrategias para corregirlos

Niños desobedientes

La desobediencia perjudica el desarrollo del niño/a y también provoca desajustes en el entorno familiar. Esta actitud aparece a partir de los dos o tres años de edad.

«No hace caso a nada y protesta por todo» o «es un desobediente» son algunas de las quejas que esgrimen los padres ante el comportamiento de sus hijos. Muchos desconocen que esa actitud, si es persistente, tiene nombre y apellido. Se denomina trastorno negativista desafiante.

Esta conducta «dificulta la educación por parte de los padres y profesores», señala la psiquiatra María Jesús Mardomingo, pero luchar contra la desobediencia y conseguir un cambio de actitud es posible. Para ello «es necesario una implicación absoluta de los padres», explica esta experta.

Identificar a un niño desobediente y saber cuándo, además, esta actitud puede suponer un problema, a la larga es el primer paso para corregir a un pequeño que no obedece.

Pero, ¿cómo saber si un niño muestra una actitud de desobediencia? Los especialistas apuntan que a partir de los dos o tres años se pueden identificar las primeras conductas, que además son mucho más frecuentes (casi el doble) en los niños que en las niñas.

El patrón es una continua desobediencia y hostilidad hacia las figuras de autoridad. Un comportamiento que ocasiona importantes problemas en la convivencia familiar.

Para corregir esta actitud debemos:

  1. Identificar el trastorno.
  2. Estar de acuerdo: padres, maestros y/o adultos que se relacionan con el niño/a.
  3. Motivar al niño/a desobediente.
  4. No perder los nervios ante el desafío del niño.
  5. Las rutinas ayudan al pequeño a obedecer.
  6. Poner normas y límites frena la desobediencia.
  7. Premiar los buenos comportamientos.

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